Ayer, en la parada del 31, pensaba cómo sería ser novio de esa chica que espera uno de los cincuenta. Sentiría algo diferente a lo que siento ahora?
Ayer, en el ómnibus, pensaba cómo sería ser pareja de esa otra chica, la morochita que está al fondo, mirando por la ventanilla. Haría cosas diferentes a las que hago ahora?
Ayer, nuevamente en la calle, pensaba como sería ser amante de esa flaquita simpática que va tarareando esa canción de moda. Pensaría cosas diferentes a las que pienso ahora?
Ayer, ya en mi casa, pensaba que es injusto que estemos condenados a una sola vida.
Ayer, vaya a saber en qué lugar de la ciudad, decidí dejar de atormentarme con ese pensamiento.
Hoy me casé.
15 septiembre 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Yo suelo pensar cómo sería mi vida si hubiese elegido otro marido y no este...viviría dónde vivo? trabajaría dónde trabajo? que carita tendrían mis hijos?. Pero mejor... no pensemos taaanto, si está todo ok!
mira andrés mejor va a ser que no pienses tanto porque de la pateadura que te va a pegar en la cabeza tu mujer vas a dejar de pensar muy pronto!. Aplaudo tu retorno a la comunidad blogger.
Publicar un comentario