19 septiembre 2007

Una gran mentira

Ayer pensaba en la efectiva estrategia de cambiar los verdaderos motivos de una acción por otros más elevados.

“Miente que algo quedará”, decía la propaganda nazi. Y eso es lo que venimos haciendo los hombres desde hace miles de años.

- Pase usted primero, señorita.
- Muchas gracias, qué caballero…

Hace años que gestos como estos son altamente valorados por las mujeres por considerarlos de delicada galantería.

Pobres, si supieran que detrás de esa aparente apostura sólo existe el interés de tener una mejor perspectiva…

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