Esta mañana me recordaron que tenía un blog. También me aconsejaron que la manera de sostenerlo es escribiendo sobre lo que uno hace continuamente. Y me quedé pensando. Al final llegué a la conclusión de que lo único que no dejo de hacer nunca es pensar cosas insolubles y formular preguntas vanas.
Digamos que no es mucho. Pero tampoco es nada. Lo suficiente como para decidirme a cambiarle el nombre al blog e intentar que pase de ser una simple prueba técnica a un collage introspectivo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario