18 diciembre 2007

Error de diseño (II)

Por más temprano que uno arranque, tarde o temprano –mas temprano que tarde, invariablemente- ella siempre va a aparecer para terminar con nuestros planes. Es que desde que empezaron a escasear las capas más protagonismo tomó ella con su inevitable y abrasadora presencia.

Quizás el título sea un exceso y no constituya exactamente otro craso error de diseño. Pero lo que si es indiscutible es que en los tiempos de vida que corren casi nadie le da el uso para el que fue prevista, por lo que el diseño ha quedado obsoleto, caduco, perimido, y exige un urgente aggiornamiento.

Quizás se pueda poner al principio. Aunque no estaría mal darle un lugarcito al final. Lo que si, tengo la plena convicción de que es un despropósito que esté al medio: la siesta hiere de muerte al día con su tórrido sopor y su insana vehemencia, y algo tenemos que hacer al respecto.

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